sábado, 14 de diciembre de 2013

14/12/2013

No sé por donde empezar.
No sé si escribir sobre lo que "la gente" dice. Creo que lo que esa gente dice nunca me ha servido para nada. La gente, ese inumerable colectivo, esos desconocidos que se atreven a bombardear con falsas ideas a la sociedad.
Sé que solo estoy escribiendo tonterias. Pero llevo cinco meses sin escuchar el sonido del teclear de mi fabuloso portatil rosa y creo que o estoy oxidada o soy feliz, o puede que las dos cosas. 
Me gustaría hablar del tiempo. A veces siento como si no pudiese hacer nada por mi, como si todo estuviese hecho, como si el concurso estuviese amañado y no importase nada los votos, la opinión del publico ni la mia propia. Pienso que la gente que nos quiere es la que nos hace daño a la larga. ¿Y quien se conoce realmente?, y por lo tanto, ¿quien quiere a quien verdaderamente?. 

viernes, 25 de octubre de 2013

Esto no es moda.

25/10/2013

No somos conscientes de la delgada línea que existe entre la felicidad y la tristeza
Ni tampoco del pequeño paso que hay entre amar y odiar.
No hablo de distancias tangibles, ( por lo menos las que yo conozco)
Dicen que no hay mejor factor que la distancia para camuflar o maquillar los sentimientos.
La verdad es que yo ya me he cansado de caretas,
Y este mes leí en Vogue que el camuflaje ya no se lleva.
Y yo solo digo, 
que tu sí que te llevas,
que no cambias con el cambio de escenario,
ni con la temporada de otoño-invierno.
Que no vas a ser moda.

domingo, 13 de octubre de 2013

Look at the starts, look they are shine for you

13 de Octubre de 2013.

Nadie asegura que por esquivar no te equivocarás... Y por esquivar también me refiero a huir. Podría ponerme dramatica, pero la verdad es que me canse hace tiempo.
Quiero que nada vuelva a ser como antes, es genial estar flotando las venticuatro horas del día.
¿Sabes cuando todo te parece extraordinario? ¿Cuando la rutina, el café frío , los autobuses, y los domingos sin abrazos no importan? Cuando entiendes mejor las causas perdidas, y piensas en lo que la gente dice de las casualidades, y sabes que tarde o temprano darás tu también un discurso sobre el porqué de creer en lo que ocurre por casualidad y en la importancia de pedir deseos.
Esque... os contaré un secreto...
Hay que pedir deseos, no con el fin de que estos se cumplan, sino con el propósito de dejar gritar el alma.

Sé que el otoño va a ser de todo menos triste, frío y solo. Tengo acumulados muchos recuerdos felices, mucho sol y amor. Y espero no tener que dosificar.

No es el guión de una película.

" -Me has cambiado la vida. No sé... alomejor no me has cambiado la vida, alomejor sólo has ordenado las piezas "

viernes, 5 de julio de 2013

3:29

"Tú eres así una continua espera de tu ausencia; un minuto que viene sin ti. Eres todas las cosas que me faltan, todas las que no tengo. Como esa música del radio: invisible, presente y fugitiva."
— Jaime Sabines 


Somos ocasión.



Do not chase people. Be you and do your own thing and work hard. The right people who belong in your life will come to you, and stay.— Wu Tang Clan




Somos ocasión.
La gente habla todos los días de la oportunidad, el concepto de la casualidad mezclada con talento.
Solo sabemos preocuparnos de donde estaremos dentro de cinco años. Cuando lo mas importante, carece de preocupaciones. Solo deseo vivir, de verdad. Y hay tantas cosas, tantas cosas bonitas, tanta belleza, tanto brillo, extasiada no se por donde empezar. Esto es algo que no entiende la mayoría.
Ayer leí que en cinco años las tecnologías avanzaran tanto que los móviles serán tan inteligentes que con solo oír la voz, sentir el tacto de nuestras yemas de los dedos, sabrán nuestro estado de ánimo.
¿No parece absurdo? ¿Que estemos en la tierra siete billones de personas , y que sólo los móviles se percaten de nuestras emociones?
Me da miedo esa idea, cuando estemos tan encarcelados en smartphones que seguramente llegaran a ser más funcionales o igual de inteligente que una persona humana.
Hay circunstancias y vivencias que nos marcan, pero solo nosotros decidimos como. Decidimos mediante un proceso de selección que desechar en nuestra memoria y que guardar
A veces creo que mi vida se basa en un proceso de selección, en un archivo con listas de gustos, favoritismos, manías y porque no decirlo, dramas.
 En algunos días -como hoy- me resulta fácil pensar que esto es solo un momento transitivo, una etapa poco favorable pero que hay que pasar- quizás pisotearla después-
Pero hay días y días, y mejor no hablar de sus noches. Pero entre insomnio y insomnio elaboro un plan B, C, D, E y así sucesivamente hasta que caigo rendida a los brazos de Morfeo.
En esos planes-la mayoría disparatados- propongo futuros alternativos, incluyendo viajes, hipotéticas situaciones sentimentales y cifras en la cuenta bancaria.


Quizá me falten horas de sueño, y me sobren pájaros en la cabeza, pero no sé ser feliz de otra manera.

Crash.


Has desaparecido de mi vida, cómo un mago, haciendo trucos de magia, sin enterarme.
Te he perdido, para siempre, como tantas cosas de mi vida.
Y me pregunto si es por eso que me siento tan vacía.
No elegimos, simplemente sentimos, y con suerte, nos engañamos durante meses,
Pero un día cualquiera,
A una hora cualquiera,
De un verano cualquiera,
CRASH.

Se rompe. Se rompe todo.
Nuestra burbuja que tan cómodamente nos aislaba de la realidad.
Y me pregunto si tendrá que ver con las canciones feas, con las conversaciones superfluas por culpa de unas tontas cervezas, con las confesiones telefónicas amorosas mezcladas con las copas del chico de la camisa azul que aún no sabe que volverá solo a casa.
Y me pregunto, o más bien me atemoriza la idea de que vuelva a pasar,
De que esto sea solo el principio de los desencantos, la base de la pirámide de los próximos insomnios mi vida, me pregunto si se me ocurrirá otra cosa cuando sople las velas de cumpleaños.
No quiero acabar como Marilyn.
Quiero aprender a tolerar los números pares, los gintonics, los amaneceres, la tierra mojada.
Y se rompe, y no hay pegamento, ni producto milagroso de la teletienda que arregle esto.
Puedo resultar loca, o -senti-mentalmente inestable, pero lo cierto es que una acaba sintiéndose cómoda en el caos. 
El poder de sobreponerse esta demasiado sobrevalorado, la moda es acostumbrarse a el poder de adaptación. Aunque en mi caso las condiciones de esta tormenta son desfavorables y perjudiciales.
No guarde un as en la manga, y no se nada de póker.

Pierdo el tiempo pensando que saldré entera de esta.






Photofinish.

"No había manera de hacerte comprender que así no llegarías nunca a nada, que había cosas que eran demasiado tarde y otras que eran demasiado pronto, y estabas siempre tan al borde de la desesperación en el centro mismo de la alegría y del desenfado, había tanta niebla en tu corazón desconcertado."
— Rayuela - Julio Cortázar
La televisión sigue encendida y nadie la mira.
La vida se nos esta pasando,
como el zapping de los domingos de sofá.
Vivo en un continuo: "volvemos en cinco minutos"
que da paso a la publicidad.
Se parecen mucho a tus, "- Ya nos veremos"
Pobres verbos mal odiados,
ellos no tiene la culpa de tus mentiras.

Yo solo quería que me besaras.
Las llaves sonaban y se tropezaban
tan armónicamente que parecía que cantaban para nosotros,
pero no.
Nadie canta si no es en la ducha. La mayoría piensa que tiene que ver con la tristeza.
Podríamos haber cantado,
hubiese sido una buena solución para tanto vuelo descontrolado.
Íbamos rápido, y alto.
Que nadie diga nada de que estábamos perdidos.
Caminos a cualquier parte, como destino.
Conté hasta cinco,
pero volví a casa con el pintalabios intacto.


domingo, 16 de junio de 2013

dum tacet clamat

"De vez en cuando hay que hacer una pausa, contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana, examinar el pasado, rubro por rubro, etapa por etapa, baldosa por baldosa y no llorarse las mentiras sino cantarse las verdades."
— Mario Benedetti.

martes, 21 de mayo de 2013

Azúl Tiffany.


Si he de alegar algún argumento ante mi defensa solo diré que no encontré el camino, ni el principio, ni una breve introducción, de lo que me esperaba. Anduve con los ojos cerrados, por mi propio bien, ni pestañee. Mi mayor bien fue perderme, y seguir sin encontrarme hasta el día de hoy, si mi bien fue ese, no debería pensar en mi mal. Llamadme dramática, egoísta y posesiva, seguramente lo sea, pero nadie me podrá negar nunca que fui inocente, ya que no sabia a lo que me exponía, caminando con fe ciega, y hablando de sentimentalismo.
No conocía la perdida, en todos sus sentidos, tampoco la arrogancia, ni el desprecio, solo podía hablar de lo que conocía, el desamor. Bonita palabra, como algo tan puro es capaz de deshacerse, de adjuntar ese prefijo. No conociéndolo, así se puede destrozar y por lo tanto, deshacer. Sé que resulta algo patético, pero creo que a todo el mundo le ha pasado alguna vez, un desengaño un desajuste en tu vida monótona y perfeccionista. Todas las palabras con ese prefijo son tan apacibles en el dolor, son como la hoja de un cuchillo... tan cortante, y desconcertante. 
Aveces me pregunto si existirá lo real, la idea principal que usan los guionistas de las películas de Meg Ryan. Tengo que confesarlo:
Cuando estaba en quinto o sexto de primaria decidí que quería encontrar a alguien que me cambiase, y me hiciese sentir todo aquello de lo que hablaban en esas películas. O al menos llegar a entenderlo. Solamente era una cría que quería cambiar el mundo. Quería cambiar el mundo empezando por cambiar la vida de alguien que tuviese el mismo propósito con la mía. No sé si me explico.
Querida Meg Ryan, que daño has echo al subconsciente de las chicas adolescentes. Cuando la fe ciega, deja de alimentarse, cuando te cansas de creer y no ver... entonces dejas de creer en las lovestorys, en los “quedate una noche mas” y los “buenos días princesa”. Como la película la vida es bella, aprender que el amor lo puede todo, y si no es posible, lo cree, y lo intenta, y se arriesga y se moja.
Con cualquier acusación de la extinción de la caballerosidad ellos alagan que cada día quedan menos "princesas" , y es comprensible. Aquella princesa se hartó de todos los diplomados en marketing aplicado a las ciencias del corazón(o lo que viene siendo a ser un cabrón).
Solo digo que, ahora el príncipe azul te manda un “buenas noches princesa, te quiero” por What App, y no se moja, no te espera en tu portal con veinticuatro rosas, esmoquin y empapado por la lluvia, solo para desearte buenas noches. Ya no se mojan. Ya no hay caballeros, lo más próximo es un pijo con camisa de Spagnolo dispuesto a invitarte a todos los gin-tonics que pidas esta noche.



0505

A veces el día a día me da un aire de soplo fresco, y es como un flashback, un sonido de claxon que me llena por dentro. Y es entonces cuando se me olvida la rutina de los trasbordos de autobús, el sabor del café frío de las seis de la madrugada, y la noche de los martes en los que me hacías quedarme dormida con la almohada empapada.
Busco mi lugar a tientas, con los ojos miedosos y sin ganas de ver lo que hay detrás de todas las mentiras que con complejo de muros no me dejan avanzar. Y yo siempre fui de arrepentirme pero nunca deje pasar ninguna oportunidad, y por eso quizás esto es una especie de castigo.

Todos tenemos malos días, las famosas rachas y ese amigo que nos dice: "No te preocupes tía, que ya mismo es verano"
Como si un cambio de escenario y de estación pudiese camuflar este desahogo.
Como si el incremento de las temperaturas pudiese derretir los recuerdos, evaporar las lágrimas y sobrecalentar hasta explotar los pobres corazones. Que hablo en plural porque creo que no soy la única persona perdida en primavera. Contando los días para que acabe mi estación favorita, ojalá sólo hablásemos de meteorología, de trenes y huidas.
Esto se parece mucho a un mal vuelo, internacional. Once horas pensando en la primera escena de los Ángeles de Charlie. Que pena que nunca fui un ángel ni una delincuente buscada por la ley para volar suicidamente por las nubes. 

viernes, 12 de abril de 2013

Dancing queen.


Era de madrugada. Más de las tres pero no superaba las cinco. Quizá parezca que no es un dato de gran importancia, pero creo que es necesario recordar, que es de madrugada cuando ocurren cosas maravillosas y excepcionales. Es en esta franja horaria cuando se encuentran grandes respuestas en forma de revelaciones, y porque no decir que las preside la casualidad.
Al ritmo que se fumaba un cigarro, un amigo nos confesaba que es cuando baila con una chica se da cuenta si valdría la pena enamorarse. Que es en el preciso instante cuando le da una vuelta a la bailarina, se fija en qué tipo de persona tiene cogida de la mano, mirándola a los ojos, encuentra la magia o el sueño en su defecto. Y no solo tiene pensamientos amorosos en esos segundos, a veces se imagina a aquella chica en unos años, perdiendo autobuses, o en una biblioteca buscando su género literario favorito, luego su escritor y por ultimo ese libro que con orgullo mantiene en la mesita de noche, se la imagina eligiendo el vestido que llevaría esa noche, y pintándose los labios rojos con los que marcaba las copas.
Se la imagina, que no es poco. Fue cuando pensé que todos tenemos una serie de revelaciones, en sucesos ordinarios o comunes, que nosotros vemos fuera de lo común, y por lo tanto interesantes.
Que la atracción solo es eso, un interés, algo así como una fuerza magnética que hace que hagamos confesiones ebrios, y esta vez no hablo de alcohol, sino de magia.
Gracias a recuerdos del sábado por la noche, los domingos sigo creyendo que ahí fuera existe lo inimaginable. No apto para escépticos.

                                                                                                      Foto:fuente: tumblr
                                                                                                           

domingo, 3 de marzo de 2013

S.O.S

Y en tardes así necesito que me salves. Que solo tú entiendes el verdadero significado de la palabra, y creo que con eso lo digo todo. Cualquiera que pudiese atribuirse ese merito se merece el infinito.
Puedes protegerte, ignorarlo, incluso justificarte y pensar que nunca hubiese funcionado, pero en el fondo sabes que sí, que podrías ser feliz, reventar los límites de la felicidad, conmigo.
Romper los records, reinventarnos, empezar de cero, olvidarnos del ruido.
Y sé que los demás, los de siempre, intentan salvarme para que olvide que solo tú lo consigues.
A veces cuando lo intentan, disimulan y me hablan de huidas a playas lejanas con paquetes de pipas y cervezas, me llevan a bares y me pinto los labios de rojo, me sacan a bailar y me enseñan una vida sin ti.
Hacen el amago de hacerme olvidar atardeceres y lágrimas saladas. Pero entonces vuelves, ordenas mi desorden y vuelves a irte. Y yo vuelvo a ser un desastre con los labios de rojo y un vestido corto.

La tristeza feliz

Algunas cosas debemos aprenderlas una y otra vez. No importa lo que nos haya marcado en nuestra vida. Debemos repetir el error, y aprender. Porque solo así somos libres, siendo minúsculos, siendo errores transcendentales y relojes olvidados, junto con calendarios y el pasado mañana.
La tristeza debería ser medida, para luego ser clasificada y ordenada.
Lágrimas adjuntas en la carpeta de tristeza Febrero dos mil trece. Cada persona debería tener su archivo de lágrimas.  A veces pienso creo que dicen más de una persona que las sonrisas.
Hay muchos tipos de tristeza, pero la más famosa en mi archivo es la tristeza que podía haber sido evitada, no sé si me explico. La tristeza por elección, como cuando te quedas en casa un sábado por la tarde por que llueve, la salida fácil, el camino corto. Es la que atrapa, enreda y debilita el alma, y a veces, el lagrimal.