domingo, 20 de febrero de 2011

Toda una vida.

Si, lo admito me gustan las películas románticas de esas que te hartas de llorar, me gustan los cucuruchos de helado de dos bolas, de esos para bebes, y si tengo la peor letra del mundo, que ni los médicos podrían ponerse a mi nivel.
Siempre me huelen las manos a tabaco y el aliento a café, aunque no me guste siempre es así.
No me gusta la gente que me dice que hacer ni la gente demasiado preocupada por el exterior. Me encantan las fotos que no dicen nada, pero a la vez lo dicen todo, le suelo hacer fotos a todo lo que me trae buenos momentos. Me gusta más la sandia que el melón. Y nunca he sido de ron ni de vino. Cuando bebo parece que retrocedo en el tiempo y vuelvo a tener once años.
Me encanta jugar al baloncesto, pero soy pésima en el futbol. Nunca aprendí a jugar al billar, futbolín y póker. Me encanta el olor a mandarinas y abrir los ojos debajo del agua. Me divierte sonreírle a desconocidos y ver que cara ponen. Me gusta ir en el autobús y mirar por la ventana y ver lo rápido que se ve mi ciudad en tan poco tiempo. Me gusta coger autobuses que no se donde van y así perderme y encontrar de nuevo el camino.
Me gusta creer que la luna tiene cara y que sonríe todas las noches, también que las nubes son figuras que cambian con el viento. Me gusta morder los bolis y probarme gafas que no son mías. Me hago trenzas cuando me aburro y suspiro más de la cuenta.
Hay miles de cosas que no sabes de mi, cosas que nunca llegaras a conocer, ¿pero sabes lo mejor? tenemos toda una vida para descubrirlas.


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