viernes, 31 de diciembre de 2010

MI SUEÑO.

Te gusta deslizarte por mi mente, llegar a cada rincón  e invadirlo con tus ideas.
Se queda dentro tu esencia, tu mirar, tu olor y el tacto de tus manos.
Entonces me dejas vacía, tú eres mi único pensamiento, mi único sueño y mi única necesidad.
Me doy cuenta cada día que tu eres la única razón de mi existencia, la única forma de hacerme feliz, mi única salida.
Siento que solo tú me importas, solo tu felicidad, solo tu bienestar.
Da igual todo lo demás, da igual lo que me pase a mi porque si tu no estas bien yo estoy peor. ¿Si la única persona que me puede hacer feliz no es feliz que sentido tiene?
Cada día intento hacerte feliz poniendo en riesgo mis sentimientos y mis fuerzas de seguir.
Cada recuerdo vivido contigo se amontonan, se forma una montaña de sentimientos y de pequeños e insignificantes momentos que cuando se juntan se hacen fuertes y grandes.
Recuerdo el día en el que te conocí, fue algo extraño, me acuerdo que había mucha gente y de repente solo te prestaba atención a ti, a cada gesto, a cada palabra, y de repente sonreíste. Nunca me había sentido así de bien, cuando sonreíste sentí que necesitaba esa sonrisa todos los días, era como respirar.
Cuando te mire a los ojos por primera vez, sentí algo indescriptible, nunca en mi vida había sentido eso, y entonces lo supe, supe que eras tú el dueño de mi corazón, mi alma y mi ser. Fue como de película, un presentimiento que no se podía  explicar sin que pensasen que estabas loca o que eras tonta perdida. Lo único que quería era que tu lo pudieses entender, no me juzgases y un sueño, que sintieses lo mismo. Pero en esta vida no se puede tener todo, por lo menos de momento, y lo entiendo solo me basta con que tu seas feliz y sonrías todos los días. El destino mueve los hilos de este mundo, puede que en un futuro nuestros caminos se crucen y no se separen jamás, es solo un loco sueño, mí sueño.

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