Fueron meses de sufrimiento diario, miles de lágrimas las que derrame, y fueron tantas veces las que rece.
Pero, perdí como quien pierde el tren o el ultimo autobús de las once.
Se me escapo, entre las manos, como el agua, o los segundos de el reloj.
Pero aun así, no obtuve nada, absolutamente nada.
Me dijeron que la vida te da lo que te quita un día, a mi todavía no me a devuelto la mitad de lo que me quito un día.
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