Llegará un día en tu vida en el que tendrás que decidir si hacer lo que realmente quieres o hacer lo que realmente debes.
Si eliges la segunda opción, puedes considerarte una persona madura, que deja atrás su sueños por sus obligaciones, y si siempre eliges la primera no pasa nada, hay gente que nunca llega a madurar como persona, mueren sin saber cual es esa satisfacción de hacer lo correcto y no dejarse llevar por sus impulsos y sus sueños imposibles.
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